Recuerdos que se van perdiendo

entre las brumas del corazón

obnubilado por las penas.

Sonrisas que se borran en los senderos

porosos de la vida; sin principio ni final.

Palabras que sonaron como ecos

en el pasado y se oyen silenciosas hoy.

 

Promesas que se diluyen entre rutinas,

Del día, del mes, del año.

Lágrimas que manaron de los ojos,

fuentes del alma adolorida hoy seca

por el dolor aguijante de las palabras,

ecos que resuenan en la mente gris,

que no las quiere escuchar

pero tampoco las deja escapar.

 

Momentos de embeleso tornados en horas

de angustia que los cubre aplastante,

inmisericorde y cruel, asfixiante.

Y tus besos, caricias locas, ardientes.

Que existen hoy y mañana habrán muerto.

 

Caminamos juntos entre besos, ecos,

entre lágrimas, sonrisas y dejamos sólo

recuerdos borrados por la mente,

por otras rutinas y momentos,

y la angustia inmisericorde y cruel.